Medusa

©Trustees of the British Museum

Introducción

Reconozco que siempre me han fascinado los mitos helenos, repasarlos, leerlos, analizarlos, supone un sano ejercicio antropológico que define las creencias humanas y refuerza la seguridad en aquéllo que nos es desconocido.

Al fin y al cabo, las religiones, sin analizar el componente de la fe, dan respuesta inverosímil o no, a los grandes enigmas de la naturaleza del entorno y del propio ser humano y sobre todo ofrecen una salida resignada a un futuro incierto. En una época en que todo se mezclaba la religión era una respuesta sin opción a réplica .

Así los mitos helenos al igual que sus predecesores religiosos daba un sentido a lo más básico, desde la caída de un rayo por acción de Zeus, hasta el circuito estacional con el rapto de Perséfone. Aun así, la gran mayoría de mitos responden a la necesidad de dar un explicación sobre las debilidades humanas e incluso establecen una moralidad subjetiva de los comportamientos permitidos sobre todo en clave de género. Y es en este caso que nos ocupa, donde vemos más claramente esa demonización del carácter tanto divino como humano, las ocultas pasiones del alma.

 

Medusa

 
©Trustees of the British Museum
 

Casi todo el mundo reproduce mentalmente la imagen de Medusa, sin querer, su efigie ha pasado de "ser" a "significar". Ampliamente representada como una mujer horrible de tez grisácea y cabello hecho de serpientes, poca gente ahonda en su faceta más "humana", en su pena, en su sufrimiento, lo que la hace ser cómo es, su fatal destino, su injusta apariencia.

Medusa representa la crueldad hecha monstruo, la fatalidad de estar en el momento erróneo y en el lugar equivocado. 

El mito

Medusa, nombre que significa "La protectora" era una de las hermanas Górgonas, aunque si bien en los orígenes del mito se establece como una única deidad con posterioridad se añadieron 2 hermanas más. Las Górgonas eran representaciones temidas pero necesarias en la mitología griega, pues aunque se tratan de divinidades del inframundo también se les atribuye poderes místicos en cuanto a la protección del mal de ojo, de ahí que figure en muchas efigies en piedra tanto en templos, negocios o casas, incluso como icono de peligrosidad para alertar a los más pequeños o para informar sobre un elemento peligroso.

 

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Medusa era hija de Ceto y Forcis aunque hay quién le asocia otros progenitores como Equidna y Tifón. Ceto, era un entidad marina parecida a una ballena que con su monstruosa apariencia asustaba a los marineros y representaba en sí misma los peligros del océano. Se le asocia una apariencia escamosa como las serpientes pero con una extraña apariencia de pez. Su padre Forcis era una divinidad del mar al que se le da una apariencia similar a la de un sireno, pero en ocasiones es representado con pinzas de cangrejo en sus extremidades o con escamas que recuerdan la de los dragones. Tanto unos progenitores como los otros simbolizan exactamente lo mismo, son representaciones mitológicas de deidades ctónicas o pertenecientes al inframundo. Así pues venga de donde venga, Medusa heredó un componente oculto, monstruoso y ténebre en su personalidad mística.

 

Con el devenir de los siglos, ya que Medusa tiene representaciones desde época arcaica, fue endulzándose su imagen hasta obtener una apariencia de bella mujer a la que la desgracia le viene por un fatídico suceso. Ovidio nos relata a Medusa como una sacerdotisa de Atenea, violada por el dios del mar Poseidón. Ante tal ultraje, Atenea decide castigar a la doncella dotándole de una apariencia monstruosa y de un don envenenado. Así, la diosa convierte sus hermosos y largos cabellos en serpientes y su mirada condenada a convertir en piedra a quíen ose mirarla. 

 

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La efigie horrible de Medusa fue usada como punto relevante en el Mito de Perseo, pues es el héroe quién logra acabar con su vida cortándole la cabeza con las armas confeccionadas por Hefesto y regaladas por Atenea para tal fin. Para no sucumbir a la pétrea mirada de Medusa, Perseo utiliza su escudo con el que logra ver la posición de ésta a través de su reflejo para posteriormente sesgarle su cuello.

 

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La cabeza de Medusa será utilizada para acabar con los enemigos de Perseo y finalmente formará parte del escudo de Atenea a modo de regalo. Parece ser que la sangre de Medusa tenía dos particularidades diferentes, mientras que una parte que emaba de su cuello tenía el don de sanar, el otro tenía el poder de envenenar, sus gotas eran las causantes de engendrar las serpientes en el desierto africano o eran las artífices del color del coral al caer al agua, cualquier aspecto era suficiente para darle una connotación negativa o positiva al contacto con ella.

Cuenta la leyenda que Medusa estaba embarazada cuando fue asesinada y que de sus entrañas nació el hermoso caballo Pegaso.

 

Es, cuanto menos curioso, que de una deidad oscura e infernal nazca un noble animal de gran belleza, quizás porque Medusa no era ni tan fiera ni tan horrenda. Medusa no se reduce a una simple connotación femenina o a una doncella temerosa de Poseidón, Medusa simboliza el poder de la oscuridad y su capacidad para interponerse para defender al hombre, la protección frente al mal, frente a lo desconocido, es la personificación de la desgracia, de la humillación, de la cara oculta de la belleza, ella es controversia en si misma, protectora-asesina, mujer-criatura, buena-mala....

 

Conclusión

Recuerdo cuando de niña, allá por los años 80 vi Furia de Titanes. me viene a la memoria lo mucho que me impactaba Medusa por su aspecto monstruoso mitad serpiente deslizándose con dificultad para encontrar a Perseo. Realmente verla ahora es un ejercicio de contención de la risa, pero en su momento fue lo más pionero en tecnología, y con ella aprendí a establecer una especie de sintonía con Medusa, literalmente me entristece su muerte y como la usan como medio. Una personaidad atormentada con un final injusto.  

La iconografía de Medusa sigue copando parcialmente nuestras vidas, marcas elitistas de ropa, grupos de música, esculturas siguen representando a la divinida ctónica, a la mujer del inframundo y no así muchas de sus iguales, por tanto se le ha hecho justicia en nuestros días, Medusa vive!

 

Febrero 2017

 

 

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