Calpurnia Pisonis


Última de las esposas de Julio César, se desconoce prácticamente todo sobre ella aunque sí disponemos de información sobre su familia.
Calpurnia era hija de Lucio Calpurnio Pisón y de Rutilia. Los Calpurnios Pisones eran conocidos por sus orígenes que se remontaban a la época monárquica con vastas propiedades en Emilia Romagna. De hecho ellos mismos a pesar de su origen plebeyo, se intentaban relacionar con Calpus uno de los hijos del rey romano Numa Pompilio.
Lo que sabemos certeramente es que gozaron de un enorme patrimonio económico que les sirvió para conseguir las más altas magistraturas romanas.

Calpurnia por tanto, era mucho más joven que César cuando fue prometida a este, posiblemente contaba con 17 o 18 años mientras que César y su suegro Lucio habían nacido en el mismo año.
Tras el divorcio de César con Pompeya, la idoneidad de aliarse con Pisón era evidente. Lucio Calpurnio había tenido problemas judiciales con Clodio pero con la unión de César y su hija en el 58 a.C se aseguró su consulado compartido con Aulo Gabinio, afianzado por el apoyo público de su yerno así como una alianza beneficiosa con el tribuno de la plebe. De hecho Cicerón lo acusaba de haberse quedado con sus propiedades tras la expropiación de sus bienes por parte de Clodio.

Tras gobernar Macedonia e incrementar más si cabe su patrimonio, vuelve a Roma para padecer las iras de Cicerón que lo acusa de gobernar la provincia de forma interesada y tiránica. L.Calpurnio Pisón durante la guerra civil hizo un movimiento extraño de aproximación a Pompeyo, pero finalmente logró ser un aliado no sólo de su yerno sino también, tras el asesinato de César en los idus de marzo, del propio Marco Antonio al que mostró su apoyo.


Calpurnia, educada para ser la perfecta esposa, siempre se mostró prudente, discreta y comedida. A pesar de ser conocida la afición de César por mantener relaciones con diferentes mujeres, Calpurnia no mostró ningún conato de celos que pudiera perjudicar la imagen de su esposo ni tan siquiera cuando éste había mostrado a Cesarión, el hijo nacido de su relación con Cleopatra, públicamente.  Fue admirada precisamente por la discreción en su relación y por su fidelidad y estima a César. Calpurnia no tuvo descendencia con el dictador.


Según la tradición Calpurnia tuvo un sueño premonitorio del asesinato de su esposo la noche antes. Tras su muerte es ella quien hace entrega a Marco Antonio de toda la documentación oficial, testamentaria y posesiones de César.
No volvió a casarse. Se retiró a una de sus villas y gozó de una vida plena a través del estudio, la filosofía y la literatura.

Como curiosidad cabe reseñar que la Villa de los Papiros en Herculano, una de las más espectaculares halladas hasta la fecha y que contenía una biblioteca de casi 2000 rollos de papiro, fue propiedad de su familia. Viendo la maravillosa colección filosófica de los rollos y la opulencia de la villa podemos afirmar que la familia gozó de gran riqueza pero también de una gran pasión por la cultura y el arte.

Mireia Gallego

Marzo 2024

 

 

 

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